TURRÓN DE DOÑA PEPA: HISTORIA, SABOR Y TRADICIÓN PERUANA

La historia del turrón se remonta a tiempos ancestrales y se ha convertido en un símbolo de festividad en muchas culturas alrededor del mundo. En Perú, el turrón de Doña Pepa es una joya culinaria que se celebra especialmente durante la festividad del Señor de los Milagros, en octubre. Pero, ¿cuál es el origen de esta delicia?

El origen del turrón se encuentra en España, donde se preparaba en la localidad de Jijona, Alicante. La receta original consistía en mezclar miel y almendras, dando como resultado un dulce de textura suave y sabor exquisito. 

Con la llegada de los españoles a América, esta receta se fusionó con ingredientes autóctonos del Perú, dando lugar al turrón de Doña Pepa tal como lo conocemos hoy en día.

En Perú, los turrones tienen una historia que se remonta a la época colonial. Sin embargo, el turrón de Doña Pepa como lo conocemos hoy en día, tuvo sus inicios a fines del siglo XIX. La marca Turrones San José, fundada en 1880, desempeñó un papel fundamental en la popularización de esta delicia. 

Su historia se entrelaza con la de muchas familias peruanas, convirtiéndose en un elemento esencial de las celebraciones y festividades.

El origen del turrón de Doña Pepa se encuentra en la mente creativa de Josefa Bustos, una hábil repostera que transformó la receta tradicional del turrón español en algo único. Incorporó nuevos ingredientes como las frutas confitadas y anís, que le dieron un toque distintivo. Desde entonces, el turrón de Doña Pepa se ha convertido en una tradición inquebrantable de la gastronomía peruana.

Con el tiempo, esta delicia ha evolucionado y ha dado lugar a variaciones que incluyen ingredientes como chocolate, manjar blanco y nueces. Sin embargo, el sabor auténtico del turrón de Doña Pepa perdura, recordándonos la importancia de mantener vivas las tradiciones culinarias.

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En resumen, la historia del turrón de Doña Pepa es una narrativa que nos conecta con nuestras raíces y celebra la creatividad de la gastronomía peruana. Este dulce es mucho más que un manjar; es una expresión de identidad cultural y un símbolo de celebración.

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